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28.5.15

I


Basta con pararse un rato, detenerse y dejarlo todo, absolutamente todo, por un instante, para que uno se haga cualquier tipo de pregunta trascendental. Es como si el mundo estuviese hecho para evitar hacernos según qué tipo de preguntas. La tecnocracia dominante quiere que no pensemos. Porque la verdad es que contra más piensa uno, más miedo da; pobreza, injusticias, riquezas desorbitadas, situaciones dictatoriales y otras esclavistas...

La existencia del ser humano ha llegado a un punto en el que deja de estar relacionada con el sentido más filosófico de la vida. Los humanos ya no nos limitamos a nacer, crecer, reproducirnos y morir; (por lo menos no todos); ciertos seres solo mueren físicamente, pero permanecen sus pensamientos, conocimientos y demás aspectos no físicos...

Me atrevería a decir que la razón, entendiendo esta, como "la facultad del ser humano de identificar conceptos, cuestionarlos, hallar coherencia o contradicción entre ellos; y así, inducir o deducir otros conceptos distintos de los que ya conoce", se aposentó con el surgir de la escritura y desde entonces, poco a poco, se ha ido haciendo paso a lo largo de la historia de la humanidad.

A mi entender, el ser humano se encuentra en una dualidad entre lo racional y lo emocional; metafóricamente hablando podríamos imaginarnos un ser solo racional en un robot y un ser principalmente emocional a un animal no-humano (sin entrar e debatir las capacidades racionales que estos tienen, que las tienen).

Esto ya nos plantea el primer problema; la falta de equilibrio, causa dolor, infelicidad, sufrimiento, enfermedad, incluso puede llegar a generar la muerte. Por ejemplo, si "no se usa la cabeza", uno podría ejercer actos contraproducentes para su salud, como cruzar una autopista a pie, pasar una noche en la selva sin ningún tipo de protección, saltar desde una gran altura, tomar demasiado cualquier tipo de sustancia nociva, etc...

Ya hace algunas décadas con la llegada de la informática y conceptos como inteligencia artificial, que temas como el sentido de la vida, el sentido de la existencia o de la inmortalidad, a generado nuevos pensamientos y opiniones, dando paso a nuevo conocimiento filosófico; la filosofía del siglo XXI, justo está empezando a formularse.

La singularidad (tecnológica) está a punto de ocurrir, en las próximas décadas veremos desarrollarse la inteligencia artificial a un nivel, que inevitablemente superará en muchos aspectos a la razón humana. Paralelamente, surgen preguntas como la posible capacidad de consciencia de una máquina, la posibilidad de vivir en mundos (o realidades) virtuales... paradójicamente, usaríamos la razón para llegar (a estos mundos virtuales) pero solo dejarnos llevar por nuestras emociones nos llevaría a no querer abandonarlos. Topamos de nuevo con la dualidad entre lo racional y lo emocional...

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